Los ‘‘sueños’’ NO EXISTEN
Las ideologías populares nos llevan siempre a creer y hasta a justificar las definiciones que a lo largo de los años se les otorga a ciertas cosas que motivan la fe. Sabemos definir metas, deseos y sueños, pero terminamos mezclando los conceptos por no tomarnos la decencia de buscar un diccionario y leer al respecto, como si la sociedad es la encargada de definir de acuerdo con su experiencia personal el significado de todo. Hay una teoría que lleva largos meses rondando en mi cabeza y no me permite todavía ponerme del lado de la multitud, porque creo y comprendo que las acepciones mal empleadas pueden generar confusión en quien esté realmente interesado en aprender.
Definir el significado de
un sueño dependerá mucho del tipo de pensar de una persona, pues podrá
denotarse si realmente se ha tomado el tiempo de evaluar todo lo que le
enseñaron y cómo se desarrolla su alrededor. Vamos a escenificar, realmente qué
son los sueños; basándome en preguntas realizadas a algunas personas, dicen unos
que son los pensamientos que nos motivan a fantasear con lo que quisiéramos
lograr, otros consideran que son las cosas que idealizamos anhelando que sean
cumplidas y unos cuantos consideran que son los deseos vistos como realidad,
pero cuando traté de profundizar con algunos la respuesta concluía en la misma
tesitura: ‘‘eso es lo que me enseñaron’’, sin embargo nadie se detiene a
analizar realmente lo que implica un sueño y cómo se diferencia de un deseo y
una meta.
Lo sé y lo entiendo,
cuando somos niños nos enseñan que no hay nada más bonito que tener con qué
soñar, que imaginarnos como astronautas, bomberos o doctores es lo más
emocionante a esa edad, pero no me refiero a eso, ya que cuando somos infantes
no tenemos desarrollada a cabalidad el tipo de razonamiento que decidimos tener
después de los veinte y tantos años. Es cierto y claro que a todos nos
enseñaron a soñar, pero a algunos quizás nos enseñaron de buena manera que lo
que se quiere, se puede lograr si se lucha por ello; y no, no estoy hablando de
las cosas imposibles que creemos que nunca pasarán como respirar en el espacio
o desarrollar vista con rayos x (que con todo lo que ha pasado durante miles de
años nada se puede descartar), sino el pensamiento pleno y consciente que te enseña
y te muestra que con enfoque, determinación y disciplina puedes alcanzar lo que
te propongas.
Para poder dar a entender
la idea hablaré desde una perspectiva personal, en el sentido de cómo y por qué
surge esto. Resulta que siempre se me ha hecho difícil dar por cierta cualquier
definición que no provenga de una base probada porque entiendo que todo tiene
un origen, así que prefiero investigar y crear mi criterio propio a partir de ésta.
Estuve conversando con una amiga a quien estimo y ella me decía que no entendía
cómo obtener una posición profesional podía ser un ‘sueño’ para una colega, y
allí se me ocurrieron dos cosas: quizás es un sueño porque lo ve como algo tan
increíble que no parezca posible o es lo único a lo que puede aspirar por su
tipo de desarrollo mental, en otras palabras, por la idea de lo que significa
un sueño en su vida es que las personas parten para fijar los propios. Otra de
las cosas a la que le llaman ‘sueños’ es a formar una familia, ya que por lo
general a los chiquillos les enseñan que no hay nada más correcto y pulcro que
estudiar, casarse y formar una familia como el objetivo ideal de todo ser
humano, extrayendo de ellos toda decisión propia en caso de que le llegue a la
mente otro tipo de pensamiento, teniendo en cuenta que eso no es algo imposible
porque cualquiera y lo recalco -cualquiera- realmente puede hacerlo. En
adición, dentro de la categoría social de los llamados sueños, se encuentra el
culminar una carrera y obtener un título, como si realmente esa fuera la clave
de la felicidad en la existencia humana y ¿Adivinen qué? Pues no lo es.
Se entiende y se respeta
el tipo de creencia antigua que cohíbe a casi todos para mantenerlos dentro de
un pedestal cumpliendo expectativas sociales que solo satisfacen la lengua
ajena y la falsa alegría momentánea que se aprecia en los avances de su vida, teniendo
en cuenta que se entiende porque no se puede enseñar lo que no se conoce, y se
respeta porque es una decisión personal. Cabe destacar que hay personas que se
encuentran totalmente complacidas y dispuestas a mantener la tradición viva en
sus descendientes, y eso definitivamente está bien si así lo quiere. Ahora, ¿Se
han preguntado los tipos de traumas que causa en las personas el hecho de
imponerle supuestos sueños que quizás no están dentro de sus esquemas propios?
Todos tenemos amigos que lo único que quieren lograr en la vida es obtener esa
posición, casarse, procrear o tener un título sin tomar en cuenta que cuando lo
cumplen terminan sintiéndose vacíos y cuando no, comienzan a formar parte
automáticamente del club de los asociales, que no es más que el grupo que no
pudo lograr lo que la sociedad le impuso qué debía y cuándo tenía que cumplir
con el planned list, y ya por eso pasa a convertirse en un incapaz,
‘jamón’ o vago. La presión social aumenta específicamente cuando, tanto hombres
como mujeres, llegan a cierta edad sin hacer nada o parte de eso y se sienten
como si fueran la bazofia del mundo. Sin embargo, hoy tu puedes hacer la
diferencia cambiando el futuro que quieres forjar tanto para ti como para los
tuyos.
A pesar de que se
entiende un ‘sueño’ como un anhelo profundo del alma, ésta no es su definición
verídica. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, en su quinta
acepción establece que un sueño es una ‘‘cosa que carece de realidad o
fundamento y, en especial, proyecto, deseo, esperanza sin probabilidad de
realizarse’’; en otras palabras, las cosas que entendemos que no se pueden alcanzar.
El deseo, se define como ‘‘aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o
disfrute de algo’’ y una meta es el ‘‘fin a que se dirigen las acciones o
deseos de alguien’’. Si colocáramos indicadores para explicar la fortaleza de
esto en nuestras palabras y hechos, sería de la siguiente manera: sueño porque
no lo puedo lograr, deseo porque visualizo lo que quiero y meta porque logro lo
que deseo, radicando su importancia en que para el desarrollo efectivo de la
vida humana su nivel de pensamiento se puede ver limitado por el
desconocimiento de su propia capacidad, basándose en los límites que ve
mientras crece y tomando como único ejemplo a seguir lo que vive, restándole
fuerza al desarrollo de un criterio determinante fundamentado en que los
límites son solo los mentales y trayendo como resultado la limitación de sus
‘‘sueños’’ a banalidades o situaciones sin sentido, que a la larga no darán una
verdadera estabilidad mental ni crecimiento efectivo personal. Luego de generar
todas las inseguridades que acarrea cada responsabilidad disfrazada de sueño,
el soñador termina sintiéndose perdido cuando no sabe qué hacer con lo que
consigue, ni lo que implica sostener una responsabilidad, enseñándole
frustración, indignación y a veces pérdida de respeto a sí mismo a quienes lo
toman de ejemplo.
Repetir patrones y vivir
sometido a creencias de terceros partiendo solo de lo básico no te garantiza
una vida feliz, sino una vida igual o peor que el que se limita. Acaso te has
preguntado lo siguiente: ¿Por qué tengo que limitarme si tengo la capacidad
para hacer lo que quiera? Este es tu momento de decidir lo que quieres para ti,
soltando y olvidándote de lo que vayan a decir, lo que vayan a pensar o de lo
que te vayan a catalogar, porque al final siempre la gente hablará hasta el día
de tu muerte e incluso después de.
Todo esto quizás va en
contra de las cabecillas de las ovejas, pero lo que no evalúas es que también
va en contra de ti porque no te dedicas a conocerte, a respetarte y a quererte
al punto tal de saber y conocer lo que realmente quieres y te hará enteramente
feliz. Seguir caminos como ovejas sin una auténtica determinación mental
orientada al verdadero y profundo querer, siempre terminará en detrimento personal
porque llega un punto en el que te cuestionas a ti mismo por las decisiones
tomadas y te das cuenta de que solo fuiste una oveja más en el rebaño del mundo
sin crédito ni criterio propio.
Es tiempo de despertar,
de hacer lo que quieras porque así te place, de arrancar hacia ese deseo y
enfocarlo como meta hasta que lo logres, porque nada en este mundo te hará tan
feliz como quererte al punto tal de determinar lo que quieres sin influencia de
otros e ir tras ello. Hoy en día te garantizo que si das el primer paso hacia
lo que quieres el camino no será fácil y quizás no tan próspero al principio e
incluso puedes necesitar orientación profesional, pero sí te aseguro que nada
en este mundo te dará más placer que hacer lo que quieres, cuando quieres y
porque quieres. A partir de ahí conocerás lo que es la LIBERTAD MENTAL y
elevarás tu nivel de crecimiento. Siempre será fácil seguir las ovejas porque
eso es lo que se espera que hagas, lo difícil será cambiar el chip del ‘‘deber
ser’’ al ‘‘quiero y haré’’.
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