Cuando no puedes con el enemigo... Únete a él.


Es una frase común que utilizamos cuando ponemos nuestra energía en cambiar algo que nos afecta como persona y que por ciertas circunstancias en ese momento no podemos alcanzar. Se trata de usar un tipo de inteligencia que va más allá de la capacidad racional cotidiana, donde se piensa en sacrificio para obtener un beneficio futurista; perfectamente todo el mundo posee esa capacidad pero no todos la tienen desarrollada, ya que es necesario utilizar el pensamiento superior, es decir, ver más arriba y sobre todas las cosas, entendiendo que lo que sea que queremos lograr realmente si podemos hacerlo, aunque puede que nos toque muchas veces aceptar que hay cosas definitivamente que no podemos cambiar y en ese proceso, es que cambiamos nosotros de enfoque.


Con esto no quiero decir que usted se adapte a todo tipo de situaciones, sino que todas las situaciones que se le presenten aprenda a usarlas a su favor, ya sea sacrificándose para indirectamente lograr un objetivo o para cambiar su propia perspectiva y abrirse camino a comprender los deleites del prójimo o de la vida misma con respecto a usted.
Se lee complicado pero no lo es, puesto que en primer lugar es necesario ser un poco ‘open mind’ y desear lo suficientemente algo para así estar dispuesto a conseguirlo aún sea a través de sacrificios teniendo en cuenta que cada paso toma su tiempo, pues no todo el mundo tiene la misma madurez, perspectiva ni fuerza de voluntad para saber lo que realmente desea y sobre todo para luchar y alcanzarlo.


Un detalle bueno de esta forma de actuar es que, cuando no estamos seguros de lo que queremos y aún así emprendemos un camino para conseguirlo, puede que en ese camino se logre concretizar el verdadero enfoque a lo que queremos o que dicho enfoque lo cambiemos porque lo que creíamos que queríamos realmente no era así. Dicho esto, es indispensable que si no se sabe con exactitud lo que se quiere, al menos es necesario que se tenga una idea clara al respecto, porque de nada vale correr si no sabes a dónde quieres llegar. 


En otro sentido, ¿Qué hacer cuando sientes que el sacrificio de unirte al enemigo va más allá de lo que crees aguantar? En primer lugar, si consideras que lo que quieres vale lo suficiente para sacrificarte entonces ningún sacrificio será demasiado, pues querer siempre será poder dependiendo de cuánto empeño le pongas y de cuán importante sea para ti alcanzar ese objetivo. En segundo lugar, es primordial destacar que el único sacrificio que no se debe hacer es aquel que afecte directamente nuestra integridad y dignidad humana, ya que en ese caso nada que nos afecte como seres humanos puede tener valor alguno. De aquí se desprende la importancia de saber lo que queremos, para saber a dónde y por cuánto vamos.


Ningún escalón será demasiado alto cuando queremos alcanzar una meta, ningún camino será demasiado difícil cuando la recompensa satisface nuestra necesidad de avanzar. Todo siempre dependerá de cuánta fuerza de voluntad dispongamos para llegar a la cima; claro está que no siempre podemos ponerle tiempo a nuestras metas porque el tiempo ya está destinado para aquello que queremos y si es lo que necesitamos en nuestra vida pues llegará en el momento justo, ni más ni menos. Sé que se lee que este enunciado proviene de la voz de una positivista pura, pero no se trata de ser positivo sino de hablar por experiencia y la misma me ha mostrado que todo es posible siempre que así creamos en ello y lo queramos. 


Para la consecución de un fin en el que dispongamos de un enemigo, cuando no podemos en su contra al unirnos a él contamos con la fiel posibilidad de que éste sea nuestro empuje para lograr ese objetivo o simplemente un peldaño necesario para poder avanzar. El análisis estratégico que se utiliza en el ajedrez es el cálculo de las causas, consecuencias y beneficios tanto del momento como a futuro con el fin de coronar; la vida es un juego de ajedrez y cada movimiento cuenta… demuéstrate que nada es lo suficientemente fuerte para obstaculizar tu camino, que nada podrá contra lo que quieres y que como muchos que lo hemos aplicado: todo cuando realmente vale, CUESTA. Puede ser tiempo, voluntad, dinero, salidas, amigos, familia y muchas veces hasta el sueño, pero la recompensa y la satisfacción al lograrlo, no tendrán comparación.

Comentarios

  1. Gracias, por compartir tu punto de vista. Da gusto leer temas así !

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares